2 mayo, 2016

Seeking Adventure: Basque Country Cycling: Euskadi sobre ruedas

El País Vasco es una de las regiones de Europa, sólo comparable quizás a Flandes, donde más intensamente se siente el ciclismo. Lo indican las cifras (número de federados, de equipos ciclistas, de empresas dedicadas al sector), pero también la pasión con la que una afición reconocida internacionalmente por su fidelidad y conocimiento se vuelca con este deporte…

Además, tenemos la suerte de contar con una orografía privilegiada que nos permite decidir si nos apetece sentir la brisa marina mientras bordeamos la costa vizcaína o guipuzcoana, llanear por la Rioja Alavesa disfrutando de sus bosques de hayas y viñedos o lanzarnos a la conquista de cumbres como Jaizkibel o Barbari.

Desde Orbea, compañía cuya identidad está fuertemente enraizada en Euskadi y pionera en la instalación de la bicicleta en la sociedad, llevamos 175 años alimentando y nutriéndonos de la riqueza de toda esa tradición ciclista que palpita en cada pueblo.

Y una de las últimas muestras de ello es Basque Country Cycling, un concepto en el que vamos de la mano con Kili Bikes para transmitir la riqueza de Euskadi a través de viajes de ciclismo a la carta que los clientes realizan con bicicletas Orbea de alta gama. Acompañados, pedalada a pedalada, por ciclistas multilingües que no sólo son capaces de llevarles hasta aquellos enclaves que por sí solos no conocerían, sino que enriquecen cada escenario con numerosas anécdotas relacionadas con el ciclismo y el patrimonio histórico de los lugares por los que transitan.

Y es que, si uno de nuestros objetivos es generar eventos y experiencias en los que nuestros usuarios puedan dar rienda suelta a su pasión por la bicicleta, ¿qué mejor que hacerlo -tal y como ellos mismos nos han demandado en repetidas ocasiones- en una tierra como Euskadi, donde están nuestras raíces y donde se respira ciclismo a cada paso?

El cliente siempre tiene la razón

Una apuesta que por el momento cuenta con el reconocimiento de las cerca de 1.000 personas que han tomado parte en esta iniciativa en estos últimos cuatro años.

“Pedalear por el País Vasco es como jugar al baloncesto en el Madison Square Garden”; “los guías (de Basque Country Cycling) son increíbles, se ajustan a tu ritmo de pedaleo y te buscan dónde comer, si así lo quieres, mientras pedaleas”; “Me encantó el hecho de que yo no llevara nada y me proporcionaran todo y con un coste súper ajustado”; “Oskar (Aguiriano, Kili Bikes) es un verdadero entusiasta, muy amable, y alguien que se asegura de que todos disfruten de una buena experiencia”… son sólo algunas de las opiniones recogidas por Trip Advisor.

Con opiniones así no es de extrañar que Basque Country Cycling se haya situado en el número 7 de las 25 actividades al aire libre en San Sebastián, según esta web, con un 99% de calificaciones que describen esta experiencia como “excelente”.

Un menú de lo más variado

Hay usuarios que se exprimen a 30 km/h y completan 130 km sin detenerse ni siquiera para sacar una foto. Otros prefieren ir más “tranquilos” y paladear sin prisas todas las sensaciones y experiencias que les ofrece el paisaje. Los hay incluso que, nada más llegar al aeropuerto de Loiu en Bilbao, tienen ya a alguien de Basque Country Cycling esperándoles con una bicicleta Orbea lista para pedalear dirección San Sebastián. En resumen, hay usuarios que quieren hacer una ruta de un día y dedicar el resto de sus vacaciones al turismo de playa o cultural y otros que no pueden pasar un solo día sin pedalear de aquí para allá.

Para todos ellos, Basque Country Cycling genera un plan personalizado en función de los días de vacaciones con los que cuenta el usuario, del tipo y la dificultad del terreno por el que quiere ciclar y del tiempo que dispone para pedalear cada jornada.

Todo ello con la asistencia técnica de Orbea que, además de poner a disposición del proyecto sus mejores modelos para carretera –Orca y Avant– y montaña –Rallon y Occam, ofrece a los usuarios la opción de hacerse con bicicletas y ropa ciclista personalizadas y así llevarse a casa un recuerdo de esta inolvidable experiencia.

Una aventura gracias a la cual los usuarios pueden pedalear por el mítico Tourmalet, pero también descubrir puertos como el de San Miguel de Aralar, el Mortirolo Vasco, tras el que después de sufrir su cemento puedes acercarte hasta Pamplona y descubrir esa ciudad. Sin olvidar Barbari, en el corazón del Goiherri, corto pero duro repecho a los pies de la sierra de Aitzkorri, y con Segura (con toda su historia), Zegama y Zerain como pueblos de visita obligada por lo pintoresco e historia. O Azurki, el puerto más duro de Gipuzkoa, engañoso en los datos objetivos, pero en el que una vez que estás dentro tus músculos se dan cuenta del porqué del coeficiente de 224, superior a muchos puertos míticos de otras cadenas montañosas. Y qué decir de Jaizkibel, espectacular mirador de la «muga» con Francia y donde tradicionalmente se ha decidido la Clásica San Sebastián.

No sólo es la bicicleta

Basque Country Cycling es un concepto que aúna ciclismo, cultura y gastronomía: sí, es la pasión por la bicicleta lo que engancha a los usuarios, pero no tiene menos atractivo saber que, en sus rutas prediseñadas, pueden comenzar el día sufriendo para hacer cumbre en el Tourmalet y acabarlo con una cena junto a la familia en un tres estrellas Michelín -como los restaurantes de Martin Berasategi o Juan Mari Arzak-.

Mientras pedalean, o al final de cada jornada, los usuarios pueden descubrir la riqueza que el País Vasco ofrece a todos los niveles: patrimonial, cultural, gastronómico, natural… una tierra que ha sabido combinar como pocas el arraigo a unas tradiciones ancestrales con la generación de iconos urbanos de la modernidad como el Museo Guggenheim de Bilbao.

Por ello, no es extraño que cada vez más apasionados al ciclismo de todo el mundo -hasta el momento el 65% de ellos provienen de EE.UU, Reino Unido y Australia-, acaben fascinados por la tranquilidad y el respeto con el que se puede practicar ciclismo en las carreteras vascas, así como por la diversidad de paisajes y la oportunidad de llegar a parajes remotos tras importantes ascensos que sitúan ante un entorno único.

Éste es un proyecto que quiere ser de todos, y por eso está abierto a aquellos que quieran colaborar y contribuir a mejorarlo para que cada vez más usuarios descubran lo que hace de Euskadi uno de los mejores lugares del mundo donde llevar a la práctica la pasión por el ciclismo.