18 agosto, 2016

El hombre de los retos (im)posibles

Su filosofía es simple: carpe diem. Aprovechar el momento e intentarlo una y otra vez hasta que alcanzas tu meta. Hablamos con el ciclista de ultrafondo Mikel Azparren unos días antes de que vuelva a intentar su reto ‘Versalles-Donostia/San Sebastián’. Nos intriga conocer cómo se prepara un reto de esta dificultad y, sobre todo, qué lleva a alguien a volver a intentarlo después de una primera tentativa fallida. En un mundo en el que sólo se valora al que gana, el ejemplo de espíritu de lucha y determinación de Mikel nos resulta emocionante e inspirador.

Así que has decidido enfrentarte de nuevo al reto este lunes…

Sí, empezaremos a las 20:00h en el Palacio de Versailles.

¿Por qué crees que esta vez puede salir bien?

Porque estoy muy bien física y psicológicamente. Estoy convencido que voy a llegar. No me voy a obsesionar por la media, intentaré hacerlo lo más rápido posible, pero el objetivo principal ahora será llegar: mi objetivo es rodar a una media de 33 km/h., que es una barbaridad.

Después de la experiencia anterior, ¿vas a cambiar algún aspecto del reto?

Voy a cambiar el recorrido que va de Blois a Libourne. Para hacernos una idea, voy a ir por las carreteras comarcales del lado derecho de la nacional -la otra vez fui por el izquierdo-. Lo cierto es que no conozco tan bien las carreteras como en otros retos que he afrontado, y las carreteras nacionales y comarcales en Francia no son las mejores… En apariencia el trazado es mejor por ahí pero no lo sabré seguro hasta estar ahí. Otro aspecto es la comida: lo traeré todo de casa y lo cocinaré yo mismo.

En esta sociedad del éxito llama la atención una figura como la tuya: te autoimpones retos en principio imposibles como el de hacer el Camino de Santiago en menos de 24 horas y, cuando no los logras, vuelves sobre ellos una y otra vez para seguir intentándolo y mejorar tus propios registros: ¿cómo explicarías esta actitud a quienes les pueda resultar extraña?

Creo que es un aspecto ligado al carácter de cada uno y a sus experiencias vitales. Eso es lo que marca el carácter luchador de cada uno. La vida me ha dado muchas alegrías y también palos, como a todo el mundo, y eso me ha hecho querer vivir estas experiencias a tope. También hay algo de ser ejemplo en el plano personal, con mis hijos -que también montan en bicicleta-. Me gustaría que entendieran que no todo en la vida puede salir a la primera y que lo importante es esforzarse, sacar el lado positivo aunque al final haya que asimilar ese ‘fracaso’.

La palabra ‘fracaso’ parece no existir en tu diccionario…

Los que me conocen saben cómo soy. Si estoy bien saben que lo voy a intentar. Yo me he animado porque tras el intento estaba bien. Fui capaz de coger la bici y hacer 80 km. sin problemas, aun habiendo perdido 6,5 kg (en el reto del Camino de Santiago perdió hasta ¡10! Kg.!). Coger ese punto de forma es difícil así que el momento de volver a intentarlo es ahora. También por el compromiso adquirido con el Ayuntamiento y la capitalidad de Donostia San Sebastián.

¿Pero qué lleva a un deportista a plantearse retos que a primera vista son imposibles? Podrías ponerte un objetivo más alcanzable y de este modo “vender” tu “éxito”.

Precisamente esa palabra: reto. El objetivo tiene que ser difícil de alcanzar, si no pierde su valor de cara al propio deportista. Cuando me planteo un objetivo es porque me atrae su dificultad. En este caso, el reto ‘Versalles-Donostia/San Sebastián Non-Stop’ son 840 km. y 7.000 metros de desnivel. Y su principal hándicap, aunque pueda parecer lo contrario, es que no hay ningún puerto. Es un constante sube y baja que desgasta mucho.

¿Cómo se te ocurrió este nuevo reto imposible?

Uno de los motivos ha sido la Capitalidad Cultural de Donostia. En un principio nació para unir París-Donostia/San Sebastián, pero debido al futuro hermanamiento entre Versalles y San Sebastián surgió la oportunidad de salir desde ahí. Le planteamos la idea a las instituciones públicas de ambos municipios y salió adelante.

Vale, ya sabes cuál es tu próximo objetivo y empiezas a entrenarte para él. Se nos ocurren tantas cosas que hay que entrenar y preparar para este reto que no sé ni por dónde empezar. Tengo la curiosidad de saberlo: ¿alguna vez has hecho algún ‘simulacro’ del reto entrenando 24 horas seguidas?

Lo máximo que he hecho son entrenamientos de 14 horas porque recuperarse de palizas de más de 18 horas es muy duro. En este sentido, el primer reto me lo tomo como un grandísimo entrenamiento de calidad. Ese es mi aliciente. No me lo tomo como un fracaso, sino como una toma de contacto con el reto que me ha permitido comprobar que estoy bien físicamente y que el terreno es bastante duro.

El tramo que va del km. 200 al 500 -de Blois a Burdeos-, por ejemplo, es un auténtico infierno. Si en esa franja -que concentra casi 4.000 kms. de desnivel sin subir ningún puerto- logro llevar una media de 31km/h, es como para saltar de alegría. Por eso, antes tengo que llevar una media superior a los 35 km/h, y conseguir esa media también en los últimos 250 km -hasta Bayona- que son bastante llanos. Soy optimista, pero también consciente de que es muy difícil.

Seguro que mucha gente también se pregunta por tu posición en la bicicleta: supongo que uno no puede aguantar 24 horas en una postura aerodinámica ¿no?

Sí, tiene que existir un equilibrio. Este es un factor clave y mi objetivo no es un 100% de aerodinámica. La postura tiene que ser cómoda: buscas ir acoplado para que la resistencia aerodinámica al viento sea la menor posible, pero también que sea una postura llevadera. Para ello, a través de un fabricante de Astigarraga (Coretti), hemos desarrollado unos acoples telescópicos que puedo mover hacia delante o hacia atrás en función de si voy acoplado o levantado sobre la Orca.

Esos acoples que comentas, ya los usaste en el reto del Camino de Santiago ¿verdad?

Son un modelo mejorado. Los anteriores eran un acople y estos van integrados en el manillar. Es un monocasco de carbono con el que conseguimos rebajar 200gr., que es una barbaridad. El problema del peso es que influye mucho al trazar las curvas y no facilita el manejo de la bici.

¿Y cómo trabajas la postura y el acoplamiento –valga la redundancia- a esos acoples?

A comienzos de temporada trabajo más la musculatura del tren inferior, la resistencia, el fondo, etc. Cuando quedan unos 4 meses para el reto, comienzo a introducir los acoples de vez en cuando, y a falta de 3 meses los uso en todos los entrenamientos para ir acostumbrando a los dorsales, lumbares, tríceps, cuello… que es lo que más sufre. Es un entrenamiento similar al fondo de carretera, en el que adaptas la musculatura durante años a un ejercicio y postura concretos.

En cuanto a la bicicleta: ¿varías entre la Ordu y la Orca en función del terreno o apuestas sólo por una de ellas?

En el anterior intento llevé la Ordu y la Orca, pero viendo el terreno y el recorrido, un constante sube y baja, he decidido que esta vez llevaré dos Orcas: una integrada con el acople especial y otra Orca OMR pero sin acoples y con ruedas de aluminio en lugar de carbono, porque la zona central es muy bacheada y con constantes sube y baja que no me permiten ir acoplado. En ese tramo necesito una bici ligera y ágil, en lugar de rígida y rodadora. Un modelo que absorba mejor los impactos, gracias a las ruedas de aluminio, sin perder rigidez gracias al cuadro OMR.

Venga, y hablemos ahora de lo que todo el mundo se está preguntando: ¿No te duermes sobre la bicicleta?

Je je. Durante el día no me gusta que se acerquen a hablarme, pero por la noche agradezco ese apoyo. Valoro que me digan una palabra de ánimo, me cuenten alguna anécdota o algún chiste del que me pueda acordar más adelante… Esa interacción por la noche es una estrategia esencial. Como se suele decir: “la luz da vida”, y se nota. Un detalle importante en este sentido es que esta vez tendré más luz por la noche, ya que se espera una luna llena al 77%. En la anterior ocasión estaba al 12%, y este es un factor que me puede ayudar.

Vale, entonces la cuestión del sueño “no es problema”. Fijémonos en lo que te obligó a retirarte la vez anterior: los problemas estomacales ¿Crees que la nutrición durante la carrera influyó?

Sinceramente, no lo sé. Soy muy metódico en este aspecto. No me gusta variar la alimentación que me funciona. El único cambio ha sido el agua. A mucha gente le pasa que cuando cambias de lugar te trastoca. La verdad es que no sé exactamente qué fue. La alimentación que he seguido ha sido un 90% similar a otros retos. Es cierto que en otros retos he llevado toda la alimentación de casa y esta vez lo haré así.

En el blog de la prueba comentabas que la sudoración y el consumo de líquidos fueron excesivos…

Sin duda es un punto a tener en cuenta. Yo no me fijé porque estaba concentrado en la carretera, pero desde el coche me avisaron que mi consumo de sales era muy alto: tenía el culotte y las mangas con cercos blancos. No hacía excesivo calor, unos 24ºC, y esa sudoración no era normal. Soy un deportista que estoy acostumbrado a ingerir las sales a través de los alimentos y no del agua, así que al intercalar dos bidones de sales por uno de agua -cuando teníamos planificado uno de sales por cada dos de agua- me pudo irritar el estómago. Coincido en que ése ha podido ser el problema.

En todo caso, un deportista como tú ya seguirá de manera cotidiana y continuada un plan de entrenamiento y nutrición, ¿lo varías mucho para adaptarlo y llegar en perfectas condiciones a un reto de estas características?

Unos 10 días antes suelo hacer un entrenamiento de 200 km. por terreno quebrado para testarme. En el caso de este segundo intento, y teniendo en cuenta que me retiré (en el primer intento del Versalles – San Sebastián) con 475 km en las piernas, he entrenado todos los días 1h. o 1h.30 para basculizar y recuperar. El objetivo ha sido dar el último ‘pistoletazo’ al cuerpo y, a partir de ahí, cargar los depósitos a base de retener líquidos ‘hinchándome’ con arroz y agua. La pérdida de agua, sales y músculo es tan grande que no me importa salir con 2 o 3 kilos de más.

En cuanto a la preparación que seguí para el primer intento, hasta el mes de abril había ido haciendo trabajos de fuerza / fuerza resistencia / calidad con algo de fondo. De Mayo a Julio comienzas lo que llamamos un entrenamiento en pirámide, en el que vas incrementando los kilómetros en las salidas: 120, 180, 250, 300, 400, 430… y después vas descendiendo poco a poco a medida que se acerca el reto (325, 200, 150) porque si no los músculos estarían demasiado cargados.

¿Y durante la prueba? ¿Qué comes?

Lo esencial es ser “económico” sobre la bicicleta. Es decir, tengo que rodar a alta velocidad con un gasto energético mínimo. En una prueba de 5-6 horas la reserva de glucógeno en músculo dura unas 2 horas y puedes tirar de azúcares rápidos, chocolatinas, etc. para que el cuerpo no tenga un bajón. En el caso de un reto de este tipo, hay que combinar los hidratos de índice glucémico bajo y los de índice glucémico alto, lo que permite tener ‘chispa’ mientras cargas los ‘depósitos’.

Supongo que no es tan fácil como comer y beber “cuando te apetece”. Eso estará también planificado ¿no?

Sí. Normalmente, unos días antes de la prueba estudiamos los detalles de logística y el día de la prueba las personas encargadas del vehículo de apoyo disponen de un planning con todas las rutinas. Por ejemplo: darme cada 25’ un bidón de agua o sales, o cada 20’ una alimentación ‘fuerte’ (shusi) y entre medias algún dulce, frutos secos, plátanos…

Hasta aquí hemos tratado todos los aspectos físicos: el entrenamiento, la biomecánica, la nutrición… pero igual de importante y quizás incluso más difícil es el aspecto mental: es decir, por muy alta que sea tu motivación, la idea de estar pedaleando literalmente 24 horas, el afrontar otro repecho, el ver que todavía te quedan cientos de kilómetros, que se hace de noche y sigues pedaleando… ¿Eso cómo se entrena? ¿Qué ‘rutina mental’ -por llamarlo de algún modo- sigues durante la prueba y antes de ella?

Voy fijándome pequeños retos marcándolos por horas. Me planteo llegar a una media determinada en una hora concreta y cosas así. El punto más crítico en este tipo de retos se alcanza cuando llevas entre 14 y 17 horas pedaleando. Si logras superar este tramo manteniendo las condiciones físicas el plano psicológico es más llevadero. Y, por supuesto, también está mi equipo que me apoya en todo momento.

¿Qué tiempo va a hacer el lunes?

La predicción apunta a que soplará viento ligero del sur-sureste. Con viento sur intenso sería imposible realizarlo, sería como pegarse contra una pared.

¿Has pensado cómo lo celebrarás si lo consigues?

Con una cena con los amigos y la familia y todas las personas que están implicadas en el proyecto. Una vez acabe pensaré “ya está”, y a descansar. A descansar sobre todo la cabeza porque este tipo de retos llevan un montón de cosas por detrás e implican a mucha gente.

¿Pero ya te entra la comida después de todo el desgaste?

Síííííí, piensa que llevas 24 horas comiendo lo mismo (bollitos, dulce…) sobre una bicicleta y el sólo hecho de sentarte a una mesa hace que comas muy a gusto.

¿Y si no lo consigues?

Lo voy a conseguir. No sé si con más o menos tiempo, pero tengo claro que voy a llegar.

Mikel Azparren comienza su reto ‘Versalles-Donostia/San Sebastián Non-Stop el próximo lunes 22 a las 20 h. El reto se podrá seguir en directo a través de http://versaillesdonostia.workcycling.com/ y en las redes sociales de Orbea con el hashtag #VersaillesDonostia.