16 febrero, 2017

Orbea Gran Fondo: Vive la bici donde el ciclismo es pasión

Tras el buen sabor de boca que a vosotros y a nosotros nos dejó la primera edición, la #OrbeaGF regresa el 27 de Mayo con el objetivo de que cuantos participéis en ella volváis a vivir la bici donde el ciclismo es pasión.

180 km, 6 puertos y 3.100 metros de desnivel positivo para una prueba que nació con el fin de homenajear a la afición del País Vasco y a todos los que, vengáis de donde vengáis, compartís con nosotros una manera de sentir el ciclismo que significa pasión, sufrimiento, épica.

Casi 2.000 participantes disfrutasteis el pasado año de una prueba que en su segunda edición volverá a requerir de toda vuestra experiencia y destreza encima de la bicicleta: ¿Queréis saber a lo que os enfrentáis?

Orbea Gran Fondo 2017

Esta segunda edición continuará discurriendo por las montañas, viñedos y bosques de haya de la Montaña y Rioja Alavesa, a lo largo de 180,2 kilómetros (siete kilómetros más que el pasado año). Si te vienes pedalearás además entre caras conocidas del pelotón como Egoi Martínez, embajador de la Orbea Gran Fondo, o Ibon Zugasti, entre otros «ilustres» del pelotón que descubrirás el mismo día de la prueba.

Ibon, que ya corrió la primera edición junto al resto de los Imparables, está deseando repetir la experiencia y este año se ha propuesto enrolar a Tomi Misser, su compañero en el Orbea Factory Team: «Va a ser nuestra Milan – San Remo».

Al igual que en su primera edición, la Orbea Gran Fondo te reta a superar seis puertos de montaña: dos de 3ª categoría (Vitoria y Zaldiaran), tres de 2ª (Rivas, Bernedo y La Aldea) y uno de 1ª (Herrera), sumando 3.100 metros de desnivel que el calor del mes de junio pueden hacer un poco más duros o un poco más llevaderos.

Una etapa de media montaña digna de grandes vueltas como el Tour de Francia, la Vuelta a España o la Vuelta al País Vasco.

Tres cronoescaladas

Durante el recorrido, el carácter cicloturista y competitivo de la prueba volverán a mezclarse: no habrá clasificación general pero sí habrá marcas y tiempos personales para quienes queráis mejorar los registros de vuestra primera edición,o para los que os exijáis a tope y peleéis por el Maillot de Vencedor de la Montaña a través del cronometraje de tres de los puertos.

Para quien quiera pelear por ser el «Rey de la Montaña», la organización cronometrará los tiempos invertidos en la subida a los tres puertos más atractivos y duros de la jornada: Rivas (2ª), Herrera (1ª) y Bernedo (2ª).

Kilómetro a kilómetro

El evento comenzará y finalizará en el parking de Mendizorroza de Vitoria/Gasteiz, partiendo a las ocho de la mañana para rodar unos kilómetros por las calles de la ciudad hasta encarar las primeras rampas del puerto de Vitoria: una subida de tercera categoría por asfalto en muy buenas condiciones, donde las primeras filas del pelotón meterán el plato grande a la vez que el resto disfruta de una ascensión no muy dura a lo largo de los casi cinco kilómetros de este primer escollo.

Atravesamos así Uzkiano para llegar a Peñacerrada entre rampas del 12% que seleccionarán y estirarán al pelotón que, a buen seguro, aún será numeroso en estos kilómetros iniciales.

Después de esto, continuamos dirección Labastida donde comienza la primera cronoescalada de la jornada, en el puerto de segunda categoría de Rivas de Tereso.

Es una ascensión muy bonita entre hayedos, cuya parte final -con una pendiente del 6,5%- es lo más duro del puerto. En su cima dejamos Euskadi y nos adentramos en La Rioja. Aquí el paisaje cambia y pasamos de un bosque verde a una zona de clima mediterráneo desde el que se divisa la cima más alta de la Sierra de Cantabria, el Toloño.

Dejando a lo lejos cumbres míticas de la zona como el imponente San Lorenzo y los Picos de Urbión, llega la sinuosa bajada donde habrá que tener cuidado con alguna curva cerrada del recorrido para evitar sustos antes de llegar a las localidades de Rivas de Tereso y Ábalos.

Herrera: prepárate para sufrir

Tras reponer fuerzas en el primer avituallamiento de la prueba, en Samaniego en el kilómetro 45, giramos a la izquierda en el cruce de la A2124 dirección Peñacerrada, donde comienza la tercera y más exigente subida: Herrera. Un mítico puerto de primera categoría a una media del 8% que será cronometrado para quien lo desee.

Lo subiremos por su vertiente más dura: los primeros metros nos darán algo de margen, pero los desniveles se dejarán notar en las piernas a partir del kilómetro 2, donde la larga recta con picos de hasta el 13% silenciarán incluso a los más habladores del pelotón.

Tendremos que tirar de nuestro plato más pequeño a mitad de ascensión, pues las rampas de hasta el 15% –las más empinadas de la prueba-, nos harán sufrir entre herraduras con firme en buen estado que nos permitirán guardar algo de energía.

Tras dejar a nuestra izquierda el famoso Mirador de La Rioja, nos adentramos en un último kilómetro a algo más del 8% para coronar la cima.

En respuesta a vuestras sugerencias, este año descenderemos a través de la carretera principal hasta Peñacerrada, donde el buen firme de toda la bajada nos dejará reponer algo de fuerzas para enfilar la A2124 en el cruce Pipaón, dirección Bernedo.

Doble ración de Bernedo

Abandonamos Lagran, Villvarde y Villafría para encontrarnos con el avituallamiento de Bernedo en el kilómetro 81. Afrontaremos así la última cronoescalada, la de Bernedo. De nuevo un ascenso entre hayedos, con todo el Parque Natural de Izki y unos paisajes espectaculares a nuestros pies.

Llegaremos a la cima adentrándonos en tierras navarras después de atravesar los dos peñascos que parecen proteger la cima, donde empieza una bajada de casi 18 kilómetros cruzando Yegora y Oion a través de un paisaje repleto de bodegas y viñedos.

Volvemos a Bernedo para iniciar la escalada a La Aldea por su vertiente sur después del avituallamiento de Bodegas Pierola. Con un centenar de kilómetros en las piernas, tendremos que tomarnos la subida con calma con paisajes de la Sierra de Cantabria como testigos de este tramo.

Un último esfuerzo

Tras el último avituallamiento, en Treviño, comienza la ascensión final de la Orbea Gran Fondo, la del puerto de Zaldiaran: una cota de tercera categoría que el viento y los kilómetros acumulados suelen hacer más dura. Su mayor obstáculo está en los metros finales, con un desnivel del 5%.

Tras coronar, algo menos de diez kilómetros nos separan de la meta, situada en el mismo punto de salida. En ella, los ciclistas disfrutarán de vestuarios, duchas, masajes, un avituallamiento final y también de la clásica Bike Party, en la que los corredores intercambiarán sus opiniones acerca de la prueba.

Con todo el mimo de Orbea

Como en cada evento, Orbea te acompañará y mimará durante toda la prueba gracias a diferentes servicios como los seis avituallamientos, equipos de radioaficionados, multitud de motos enlace, participantes de la organización para velar por la seguridad de todos, además de asistencia mecánica y médica para ofrecer el soporte más completo para los ciclistas.

Además, se entregará un bono de entrada gratuito a las piscinas de Mendizorrotza a todos los acompañantes de quienes participéis en la #OrbeaGF. Seguro que un buen baño o un ratito tomando el sol les hace más llevadera la espera…

En definitiva, una granfondo pensada para una afición única, con todo el mimo de Orbea y que pone en valor el País Vasco como tierra donde el ciclismo es, ante todo, pasión.

¿Te apuntas?