Roberto Laiseka: Días grandes para la posteridad

Hay días que se quedan grabados para siempre en la retina. Días que por lo que significan, por los sentimientos que despiertan o por las gestas que se consiguen quedan en la memoria de tal modo que resultan ser para toda la vida. Cuando tiempo después alguno o uno de los elementos de esos días reaparecen en nuestras vidas, a menudo suele ocurrir una especie de flashback que enseguida hace que revivas ese momento especial.

Algo así ocurrió en la grabación del vídeo de una recién estrenada Orca OMR junto a Egoi Martínez, ex ciclista del Euskaltel Euskadi y embajador de Orbea, allá por el 2015 en Luz Ardiden. Aquel día a Egoi le dijeron que la frase que acompañaba a aquella primera Orca OMR era “Conquista montañas, escala podiums”.

Enseguida, en ese escenario tan mítico del Tour de Francia y con una frase tan épica, sufrió esa especie de flashback que le hizo recordar exactamente lo que ocurrió tal día como hoy pero 17 años atrás, un 22 de julio del 2001: Roberto Laiseka brazos en alto para brindar la primera victoria en el Tour de Francia del Euskaltel Euskadi, en Luz Ardiden. Un día memorable para todo el ciclismo, especialmente el vasco: día con significado debido a la festividad de la Magdalena, en el año del debut del conjunto vasco en el Tour, en el corazón de los Pirineos…

Egoi cuenta de Roberto que siempre ha sido “alguien especial para él”. Llegó al ciclismo profesional de la mano del Euskaltel Euskadi justo al año siguiente de aquella heroica jornada en Luz Ardiden. El líder de aquel ilusionado equipo era un “cascarrabias” Roberto Laiseka, como dice Egoi. “Una persona muy directa pero con gran corazón, alguien especial” que quería tener a su lado. Y que aún hoy mantiene a su lado.

Con todo esto en su cabeza, Egoi llegó un día a las instalaciones de Orbea en Mallabia con la idea de hacer un guiño a “este pasado que quedará para el recuerdo”, un guiño a la “gente que ha empujado a la marca”, a un Roberto Laiseka que “todo lo que ha corrido lo ha hecho sobre una Orbea” y “todo lo ganado en escenarios como La Vuelta a España o el propio Tour de Francia ha sido sobre una Orbea”. Y cómo rechazar un pequeño homenaje a un día como el de hoy pero 17 años atrás…

Además, aprovechamos la ocasión en la que Roberto Laiseka pasó a recoger su bicicleta para sentir más de cerca todo el ciclismo de aquella época a través de sus palabras y por supuesto, para destapar un poco su “gran corazón”:

– En alguna ocasión has dicho que si no hubieras sido ciclista probablemente no te habrías dedicado al deporte. ¿Cómo llegaste a la bicicleta?

Creo que era bastante malo en los deportes colectivos: en el fútbol y en otros deportes. Tuve la suerte de encontrar el ciclismo que parece que se me daba bien.

– ¿A qué edad tuviste tu primera bici?

Bici he tenido siempre, me acuerdo de un triciclo que tenía de muy pequeño cuando vivía en el baserri e iba a casa del vecino, que estaría a 400 metros en una carretera sin asfaltar.

– Antes de llegar al ciclismo, ¿eras aficionado a este deporte, no?

Si sí, he ido desde siempre al Tour de Francia. He visto ganar a Fignon, a Hinault o a Indurain en su primer año. Desde el 83 o 84 ya íbamos al Tour de Francia gracias a que la Sociedad Ciclista Bilbaína fletaba autobuses. De chavales íbamos a pasar allí uno o dos días.

– De hecho, alguna vez has contado que 1990 estuviste en el mismísimo Luz Ardiden como aficionado….

Sí, además tenía una Polaroid aquel día a la que se me cayó un yogur por encima y se me estropeó. Aquel día estaban Induráin, Marino Lejarreta y alguno más que no recuerdo.

– 11 años después eras tú el que recibía el apoyo de la afición…

Fíjate lo que cambia la vida sí…

«Si no llega a salir la Fundación Euskadi yo no hubiera llegado a ser profesional»

– Ya en el ciclismo amateur, te viste obligado a abandonar el ciclismo hasta que Miguel Madariaga te fichó para el Euskaltel Euskadi, entonces Proyecto Fundación Euskadi. ¿Cómo fue esta etapa?

Con Miguel ya llevaba desde el 89 en el equipo aficionado y gracias a un proyecto que estaba allí, habían ido a ver el Tour Pradera él y alguno más, pensaron que se podía hacer un equipo vasco. De aquello salió un sueño.

Siempre he dicho que si no llega a salir la Fundación Euskadi yo no hubiera llegado a ser profesional como muchos otros.

– Y desde entonces, maduraste como corredor en conjunto con el proyecto, desde los primeros años donde se gestaron las bases del proyecto hasta la primera victoria del equipo en una Gran Vuelta en 1999 en Abantos (Vuelta España). Entonces, un Roberto Laiseka con 30 años y un proyecto de equipo de más de 6…

El equipo cambió mucho, fue poco a poco creciendo con algunos baches como los del 97 que si desaparecía que no… y ya entonces gracias a Euskaltel el equipo se fue consolidando. En el 2001 dio un paso definitivo con el primer año que se corrió en el Tour de Francia y se ha mantenido durante 12 años en el máximo nivel.

– ¿Cómo se vivió aquella invitación en el equipo? El momento en que os comunican que vais a participar en la mayor competición de ciclismo en ruta del mundo con una filosofía como la del Euskaltel-Euskadi.

Era lo máximo para nosotros. Estábamos esperando a eso… no esperábamos el Giro.

– Hablando de filosofía, ¿Cómo describe Roberto Laiseka a un equipo como el Euskaltel?

La filosofía empezó por la base. Al principio estábamos jóvenes y veteranos y poco a poco se fue dando la vuelta.

– ¿Con qué tres adjetivos definirías esa filosofía?

Trabajador, ilusionado y con ganas.

«Lo que más recuerdo de los primeros días del Tour fue la tensión de carrera. […] Era otro nivel.»

– ¿Cómo fueron los primeros días en el pelotón del Tour de Francia?

Lo que más recuerdo de los primeros días del Tour fue la tensión de carrera. En la salida neutralizada ya se notaba que era otra carrera. No es que te dolieran las piernas, es que te dolía todo, decías “pero qué es esto”. Se veía una tensión que no se veía en otro lado. Era otro nivel.

– Por supuesto, si hablamos del equipo es ineludible no mencionar a la “marea naranja”. Probablemente uno de los fenómenos en la época fue ver cómo la afición, más allá de animar a un solo corredor en concreto, lo hacía a todo un equipo. ¿Por qué crees que esto fue así?

Yo siempre he dicho que el aficionado vasco anima a todos los corredores y a todo el mundo. Creo que el aficionado al ciclismo creo que ha sido más el gipuzkoano que el bizkaino o el alavés porque ha estado más cerca. El aficionado vasco ha estado siempre en las cunetas y creo que siempre estará.

– ¿Por qué? ¿Por qué aquí sentimos tanto el ciclismo?

Bueno, creo que porque siempre lo han vivido en casa. El día de mañana igual ellos hacen lo mismo con sus familias. Para todo estos aficionados, el Tour de francia es lo máximo.

– Te llevas un palmarés de 3 etapas en la Vuelta a España y la mencionada en el Tour. ¿Cómo recuerdas al ‘Roberto Laiseka ciclista de competición’?

Bueno creo que tuve clase y suerte. Creo que era un corredor al que el invierno se le hacía más pesado y a partir de mayo junio me defendía muy bien. En el ciclismo moderno igual no hubiera valido porque ahora desde enero están al 100%. A partir de mayo yo era otro corredor.

«En el ciclismo moderno igual no hubiera valido»

– Algunos te recuerdan como un férreo escalador que tenía la peculiaridad de atacar desde lejos, algo que nuevamente hoy en día es raro (a pesar de lo de Froome en el Giro, por ejemplo)

He sido escalador y era la faceta en la que mejor me desenvolvía. Era la bueno que tenía, no me quedaba solo en un puerto en cuanto a fuerza, porque colocándome era muy malo. Siempre iba en cola y ya cuando llegaba mi terreno me gustaba ir para adelante.

– ¿Qué diferencia encuentras entre el ciclismo de tu época y el de ahora?

Lo dicho, ahora van al 100% desde enero hasta septiembre. Se ha globalizado mucho más. A las carreras antes íbamos a preparar, con pocos kilómetros y a rodar… ahora van como quien dice al 100% porque se entrena mejor.

– Has estado ligado al ciclismo por ejemplo como conductor de Javier Guillén en la Vuelta ¿Ahora en qué punto te encuentras?

Estoy en la Vuelta a España de conductor y también estoy aquí en la Itzulia echando una mano a Javier Riaño y Julián Eraso.

– ¿Sigues saliendo en bici habitualmente? ¿A qué nivel?

Si sí, pero ni cicloturista ni cañero, como siempre. Antes era una persona que me volvía loco entrenando. [breve silencio] Si salgo, para hacer menos de 100km no salgo.

«Si salgo, para hacer menos de 100km no salgo.»


– La Orca OMR “edición Luz Ardiden” incluye detalles como el nombre de los cuatro puertos donde te llevaste victoria de etapa, un “Aupa Laiseka”, el nombre de tus hijos y esposa o el perfil de aquella victoria en Luz Ardiden. Sin embargo, hay también una inscripción que dice Ax domaines 22’ 55” ¿qué significa esto?

Es un puerto que hice yo segundo en el Tour y parece que tengo el récord de la subida. Se ha subido también hace dos años y no la han batido por ahora parece ser. Hay gente que estudia todo y debe ser eso.


– ¿Qué pretensiones tienes para esta bici? ¿A compartir espacio con los trofeos de aquellas victorias? ¿Rodarás con ella?

No no, esta bicicleta es para usarla y darle caña claro.

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