9 noviembre, 2015

El valor de las personas

“Nosotros pertenecemos a un pueblo que posee la afición más apasionada en el mundo del ciclismo y ese ADN se transmite a nuestro modelo de negocio”

Hablamos con Jon Fernández, Gerente de Orbea y Miguel Ángel Estandía, Responsable de Producción, acerca de los nuevos proyectos de Orbea, su historia y la evolución del mundo de la bicicleta en los últimos años. Una entrevista donde dan a conocer sus experiencias y opiniones sobre un deporte que en poco tiempo ha ido en constante evolución.

Sois dos de las personas con más experiencia y responsabilidad en la organización que habéis estado en Orbea y el sector en diferentes momentos. ¿Cómo habéis vivido la evolución de la organización desde su parte más industrial?

J.F.: En los últimos 25 años se ha producido el gran cambio. En modelo de producción hemos pasado de una producción intensiva y muy internalizada de bajo valor añadido, donde se hacían montajes de una gama baja y hemos evolucionado a lo que conocemos hoy en día de Orbea. Fabricamos productos de alto valor añadido en el que hemos ido pasando un proceso de soldar cuadros de acero robotizado a soldadura de cuadros de aluminio manual, soldadura de altas prestaciones hasta pasar a prototitar y a modelizar cuadros de carbono y a un montaje muy personalizado de la bicicleta.

M.A.E: Empezamos sobreviviendo, modernizando las bicicletas Orbea, con cuadros más ligeros y especializándose en carrera. Luego en los 90 llego el boom de la montaña donde vendíamos todo, hasta el año 95 donde hubo una crisis peor que la que hemos pasado estos últimos tiempos, de la cual nos recuperamos por apostar firmemente por la especialización en hacer bicicletas para profesionales con los mejores materiales y a medida. Nos convertimos en uno de los mayores fabricantes de Europa de este tipo de cuadros, haciendo 40-50 cuadros al día. Después se pasó al carbono con el proyecto Orca con buenos resultados realizando una reconversión en la marca.

¿Cuál es la realidad industrial de Orbea?

J. F.: Nuestras plantas de distribución son dos. La planta principal en Mallabia, enfocada al servicio de productos de la gama media/alta para los mercados europeos y americanos. Y por otra parte, la planta de Portugal destinada al mismo mercado pero en gama media/baja con una fabricación más intensiva. En cuanto al número de trabajadores, en Mallabia estaremos unas 175-180 personas y otras cien por en el mundo distribuidas entre oficinas comerciales, fábricas.

M.A.E: En Mallabia tenemos una planta de unos 15.000 m2 edificados donde fabricamos unas 170-180 bicicletas de alta gama y en Portugal tenemos una planta subdividida. Empezamos en el año 2000 mediante una subcontrata y poco después decidimos apostar fuerte y al cabo del tiempo tenemos cerca de 8.000 m2, donde se realiza entre el 66%-70% de la producción. Ahora con el cierre de la planta en China hemos alquilado un almacén más grande para acoger entre Portugal y Mallabia la producción asiática.

J.F.: Orbea es una marca con mucha historia que ha marcado una identidad de determinación en conseguir los objetivos que nos planteamos y reinventarnos permanentemente. Somos una empresa que tiene 175 años y a lo largo de este tiempo nos hemos reinventado varias veces y eso habla de nuestra determinación en permanecer. Nosotros pertenecemos a un pueblo que posee la afición más apasionada en el mundo del ciclismo y eso dice de nuestras esencias, nuestro ADN ciclista. Así que ese ADN se transmite en nuestro modelo de negocio y por eso queremos ser exquisitos, rigurosos y exigentes en el desarrollo de nuestros productos.

M.A.E: Tenemos un modelo flexible: por ejemplo, somos de los pocos que hacemos la bicicleta de la gama hasta el último día de la misma, es decir, presentamos la gama nueva pero tenemos para abastecer por lo menos 15 días más a lugares donde los nuevos modelos todavía no han llegado.

Desde fuera y desde el desconocimiento puede parecer que el montaje de una bicicleta puede ser algo que no genere valor añadido, que lo pudiera hacer una máquina. En cambio, los usuarios saben de la importancia de la persona montando bicis. En la era de la automatización y los robots, ¿cuál es el valor añadido que hace apostar por las personas?

J.F.: El intentar mostrarnos como una marca cercana, capaz de hacer la bicicleta de tus sueños está muy ligada a las personas. Una es capaz de soñarla y la otra es capaz de realizarla y eso es muy difícil cuando se fabrica a través de un robot. El valor de la fabricación manual, de la pintura manual no tiene precio.

M.A.E: Tenemos una instalación automatizada pero solo te sirve para dar las capas completas de pintura, cuando vas a unas producciones tan atomizadas como las nuestras añadiendo diferentes elementos es más costoso que hacerlas a mano. Respecto al resto de elementos que componen una bicicleta, para un producto de tanto nivel y de tanto valor añadido no es viable que lo pueda hacer una máquina.

«El intentar mostranos como una marca cercana, capaz de hacer la bicicleta de tus sueños, está muy ligado a las personas: una es capaz de soñarla y la otra es capaz de realizarla. Eso es muy difícil cuando se fabrica a través de un robot»

El espacio Zeus es uno de los lugares más especiales de la fábrica. ¿Por qué un espacio concreto para las bicicletas de alta gama?

M.A.E: Hace años Zeus era el lugar donde hacíamos las bicicletas de carretera. Los materiales no son los mismos de una bicicleta de gama baja que de una de alta, de modo que el proceso es diferente. Así que a medida que hemos ido especializándonos hemos abierto más líneas de producción y desarrollando ideas para ofrecer al cliente una bicicleta única y a su gusto.

«Volvemos al origen, a Europa, porque eso nos da la posibilidad de customizar, de dar algo diferente al resto de marcas»

¿Qué hay detrás de todo el morbo del titular “Orbea cierra china”?.

J.F.: Es una decisión empresarial fundamentalmente. La decisión de desinversión no tiene por qué ser un fracaso. Básicamente terminamos con la actividad de fábrica en China, la actividad comercial y logística permanecen y de una manera más potente. Hemos optado por un Modelo de Fabricación Europeo implica tradición y nosotros nos sentimos muy orgullosos de pertenecer a él. Construyendo esa leyenda desde los años 30, quedamos muy poquitos y nos sentimos muy orgullosos de serlo y de alguna manera lo ponemos en valor, el ser herederos de esa leyenda industrial.

M.A.E: Volvemos al origen, a Europa porque eso nos da la posibilidad de customizar, de dar algo diferente al resto de marcas.