9 mayo, 2016

GAES TITAN DESERT by GARMIN: ir más allá de tus límites

Desde hace una década, la GAES TITAN DESERT by GARMIN ha dado la oportunidad a miles de bikers de conocer sus límites, luchar contra ellos y superarlos. Bikers élite como Ibon Zugasti, de “Imparables”, o no profesionales como Mar Hernández y Dani Nafría. Estos dos últimos acostumbrados a enfrentarse a otras dificultades planteadas por la vida y a vencerlas. Luchadores natos, que han afrontado en esta ocasión este enorme desafío con sus Orbea Oiz.

La GAES TITAN DESERT by GARMIN se presenta “por encima de todo” como “la carrera de la superación personal, del reto individual. Es una carrera, una competición. Pero sobretodo, y para la mayoría, un reto. El reto de conseguir lo que pocos han logrado en el mundo. Enfrentarse al desierto, al calor, a la distancia, en las peores condiciones imaginables”.

Una carrera que dura 24 horas

“Es una prueba diferente, no hay otra igual en el mundo por las condiciones del terreno, por el calor asfixiante, por dormir en el suelo…” reflexiona Ibon Zugasti, experimentado corredor del equipo “Imparables” (ha competido en pruebas de la dureza de las Non-Stop Series o la BC Bike Race). El ciclista vasco ha participado en varias ediciones de la Titan Desert, haciéndose este año con el décimo puesto en la general. “Hay que ser muy autosuficiente. Durante dos días tienes que llevarte todas tus cosas: el saco de dormir, las herramientas, el lubricante para la bici, la comida. No puedes ducharte más de dos minutos porque si no el siguiente se queda sin agua… Es una carrera que dura 24 horas”.

Una carrera que ha visto cómo en esta edición había un segundo amputado que conseguía finalizarla. Su nombre es Dani Nafría, y tras sufrir la amputación de su pierna izquierda con 11 años, no ha dejado de hacer honor a su lema “la fuerza está en tu cabeza y en tu corazón” siendo también el primer amputado Finisher de “La Rioja Bike Race” y el primer amputado en la Ultra Trail de Barcelona.

“Descubrí la Titan en 2013 ó 2014 y quise participar en 2015, sin lograrlo. Cuando me convertí en imagen de Slastik no dudé en proponer realizar algún proyecto, comentando la Titan Desert, y desde la marca accedieron encantados. Creo que sólo el hecho de plantearse estar en línea de salida con el Slastik Orbea Campus y prepararse para este reto ya te anima a salir de la zona de confort”, reflexiona. “Y más en mi caso, cuando has de cuadrar trabajo a jornada completa y un hijo recién nacido y desconoces qué le pasará al muñón o a la prótesis bajo una presión así”, añade.

Dani se valió para completar esta prueba de una Orbea Oiz. «Estoy muy contento y sorprendido del rendimiento y de lo fácil que me adapté a ella. Me ha parecido una bici ligera pese a la doble y con un rendimiento muy bueno. Era la primera vez que usaba una bici con doble suspensión y acabé encantado», asevera.

Mar Hernández ha conseguido superar un cáncer dos veces. Su fortaleza de espíritu es comparable a su fortaleza física. Este año ha repetido experiencia en el desierto también con una Orbea Oiz, una bici “sencillamente brutal, ligera y comodísima para estas largas etapas”. Y es que la experiencia de 2015 la marcó mucho. “Participé en la edición del año pasado y lo que más me impactó fue la gran aventura que supone y la convivencia con las personas que conoces y con las que compartes sufrimiento. Para mí la Titan es un reto de superación por encima de todo, pero ir a esta prueba suponía mucho más después de pasar por el cáncer. Te pone a prueba, al límite de tus capacidades físicas y mentales. También es una manera de demostrarse a uno mismo y a los demás que después de enfermedades así se puede seguir adelante”.

Etapas imprevisibles

Una prueba en la que hay que hacer frente a todo tipo de problemas, empezando por unas condiciones muy extremas, una gran distancia a completar y sin comodidades de ningún tipo. “Son etapas muy largas, imprevisibles y engañosas, porque a pesar de ser llanas no sabes si vas a ir a 30 km/h por un suelo firme o a 6 km/h por un banco de arena durante varios kilómetros. No puedes hacer un cálculo de lo que vas a tardar en llegar a la línea de meta. Y así un día tras otro. Además, en la Titan hay colas en la enfermería por llagas. ¡Yo nunca había tenido una hasta este año!”, apunta Ibon.

Problemas que algunos empiezan a superar mentalizándose desde mucho tiempo antes de la exigencia de esta prueba. “Iba preparado para sufrir, quizá no tan pronto, pero sabía que iba a tener que emplearme a fondo mentalmente para aguantar”, sentencia Dani, que también alude a la dureza de unas etapas tan extensas. “Con el paso de las jornadas notaba que no me recuperaba. A partir de la tercera etapa fui en reserva, no encontraba sensaciones. Supongo que es normal, pero para mí fue algo nuevo…”.

Momentos duros que se añadieron a otros, especialmente al tener que dejar atrás a compañeros de aventura. “La cuarta y quinta etapa, la más larga y la de las dunas con navegación, fueron las más complicadas para mí. Aunque en realidad los momentos más difíciles los vivía a diario cuando sabía que alguien había abandonado o que no seguía. No me gusta que la gente se rinda y solo esperaba que el abandono no fuera por un tema grave”, señala el componente del Slastik-Orbea. Un abandono que para Mar suponía el mayor miedo. “Los momentos más duros son aquellos en los que te encuentras mal y sientes que puedes quedar fuera de la carrera”, confiesa.

Pequeñas cosas hacen una grande

Y sin embargo, esos instantes complicados quedan en segunda fila cuando se cruza la última línea de meta de la GAES TITAN DESERT by GARMIN y se es consciente de que lo que se ha logrado: superarse a uno mismo. “Los cruces de meta en cada etapa, la llegada a cada avituallamiento, con la pequeña pausa, bebida y a seguir, la llamada a casa de la noche, sabiendo que han estado todo el día pendientes de cómo te estaba yendo, las amistades reforzadas, los nuevos conocidos… han sido los momentos más felices”, rememora Dani.

Mar, por su parte, ha encontrado en “el regalo que supone pedalear en ciertos momentos completamente sola por aquellos parajes” una de sus mayores alegrías, junto a las personas que ha conocido en estos dos años y los momentos compartidos con ellas.

La GAES TITAN DESERT by GARMIN es, en resumen, una historia de superación construida en torno a pequeñas historias llenas de grandeza. Y es que, como finaliza Dani, “hay que valorar y cuidar las cosas pequeñas, ¡son las que crean una grande!”.