13 marzo, 2017

Oiz , Nacida para ganar

Ya en 2003 exploramos distintas formas de combinar un amortiguador trasero con un cuadro puro de cross-country, una mezcla que, sin afectar a la eficiencia, daría más velocidad a la bicicleta en todos los aspectos. A medida que fuimos desarrollando nuevas versiones de la Oiz a lo largo de los años, las carreras cross-country fueron evolucionando al mismo ritmo hasta que, a día de hoy, el número de corredores que toman la salida en bicicletas con doble suspensión es equivalente al de aquellos que optan por un cuadro tradicional con suspensión delantera. El tremendo esfuerzo ha dado frutos con creces. La Oiz ha ganado dos Campeonatos del Mundo con Catharine Pendrel, del equipo Clif, y se ha convertido en una de las bicicletas preferidas en todo el mundo. La Oiz actual es más ligera, más firme y tiene una mejor geometría que la competencia, y cada vez demuestra más su valía a medida que las carreras de la Copa del Mundo discurren por terrenos más agrestes. En vez de renovar por completo la Oiz para atender las necesidades de los corredores de cross-country, nos complace constatar que bastaba con realizar ajustes sutiles a la genética de la que ya es una bicicleta excelente, siempre con la confianza de estar construyendo algo especial.

Cuando decimos que la Oiz ha nacido para ganar, sabemos lo que decimos. Desde el prototipo con el que Catharine Pendrel se alzó con su primer Campeonato del Mundo en 2011 hasta la nueva versión BWC (también un prototipo definitivo) con la que obtuvo la victoria en 2014, la Oiz nunca ha pasado mucho tiempo lejos del podio. Para nosotros supone un tremendo espaldarazo que una atleta de élite se atreviese a competir con un prototipo recién sacado del horno, y no una sino dos veces, en la competición más importante del calendario. Las dos partes teníamos mucho que perder, pero tanto la Oiz como Pendrel cumplieron su cometido. La suerte siempre tiene su papel, por supuesto, pero el éxito de la Oiz no es ninguna casualidad, sino el resultado de la misión clara de diseñarla y confeccionarla con un solo propósito: la velocidad.

¿Y qué elementos conforman el ADN de una bicicleta nacida para ganar? Se trata de combinar un cuadro, una suspensión y una geometría que se adapten a la dureza de una conducción enérgica a la máxima velocidad y a pleno rendimiento. De forma aislada, ninguno de estos elementos permite hacer la bicicleta perfecta, pero comprobamos con satisfacción que incorporarlos TODOS juntos es la única manera de conseguir una bicicleta de la que enamorarse, que te ayude a llegar a meta en primera posición, que te permita bajar de ella con total comodidad y que atraiga todas las miradas cuando llega la hora de aparcarla después de la competición. La Oiz consigue esto y más todos los días.

En busca del súmum del bajo peso y la rigidez perfecta

A día de hoy, se reconoce prácticamente sin oposición que la estructura monocasco es el mejor método para confeccionar bicicletas de carbono de alto rendimiento. La Oiz no es una excepción, además de ofrecer el ejemplo perfecto del ingente esfuerzo necesario para construir un cuadro muy simple. La Oiz se moldea solamente con tres componentes: el triángulo delantero y los dos lados del basculante. Gracias a esta configuración, únicamente existe un punto de unión en la Oiz, y se encuentra en una zona de relativamente poca tensión, como es la cruceta grande cerca del eje del pedalier. Al utilizar la menor cantidad posible de piezas, se reduce el número de áreas pegadas y se incrementa sobremanera la fiabilidad y la calidad de la conducción, ya que las uniones pegadas afectan negativamente a la fortaleza y durabilidad natural del carbono.

La filosofía del «carbono 100%» aplicada en este cuadro ayuda a eliminar más peso todavía. Hemos reducido al mínimo las inserciones de aluminio y las piezas del chasis. El juego de dirección, el eje del pedalier y los ejes pasantes se insertan directamente en el carbono, y hasta el singular mecanismo articulado del amortiguador está hecho del mismo material. En vez de reducir la durabilidad, estas soluciones aumentan la resistencia en estas zonas críticas y evitan tener que utilizar algún tipo de pegamento. La Oiz, al igual que todos nuestros cuadros, tiene una garantía de por vida, gracias a las pruebas y los análisis realizados en busca de la sofisticación más sencilla. La Oiz hace uso de una estructura avanzada de carbono moldeado para conseguir el mejor cuadro posible, un proceso laborioso y complejo con resultados que se aprecian en la pista.

UFO
El acrónimo U-FLEXION de ORBEA empezaba con la forma distintiva de «U» aplanada del diseño original de la vaina. Allá por 2005, fuimos de los primeros fabricantes que se dieron cuenta de que, eliminando los componentes del pivote de los basculantes de nuestros cuadros cross-country, se reducía el peso y se incrementaba la rigidez torsional. La primera Oiz llevaba una vaina flexible para proporcionar 75 mm de recorrido. Otros fabricantes se contentaron con variaciones de este diseño inicial a pesar de la mala posición del pivote central en algún punto de la vaina, pero nosotros queríamos para nuestra suspensión una mayor sensación de sofisticación y eficiencia. En 2010, cuando empezamos a trabajar en una nueva Oiz, aunamos un pivote principal tradicional y una horquilla trasera flexible con tecnología UFO, y nunca nos hemos arrepentido. Hoy en día, gran parte de nuestra competencia ha adoptado este diseño. Nos sentimos halagados por ese reconocimiento y, además, nuestra experiencia nos motiva para mantenernos en todo momento por delante del pelotón.

El diseño UFO de Oiz elimina la necesidad de colocar un pivote cerca del eje trasero, por lo que se consigue una bicicleta más ligera y simple que requiere menos mantenimiento. Las bicicletas que incorporan este diseño UFO presentan una mayor rigidez lateral, lo que lleva la precisión y la aceleración a niveles inauditos para una bicicleta con doble suspensión. Este diseño ahorra unos 110 g en los rodamientos y componentes del cuadro Oiz, y consigue un peso de 1,7 kg para una MD de 29, con lo que se obtiene el cuadro más ligero disponible con doble suspensión. En el punto de máxima flexión, las horquillas de la Oiz se doblan 7 mm en dirección descendente. La fuerza necesaria para flexionar las horquillas es insignificante, ya que equivale a un 2% de la fuerza necesaria para comprimir por completo la suspensión. Este efecto nimio se compensa sin problemas durante la selección y las pruebas de ajuste de los amortiguadores.

TENSEGRITY
Tensegrity es otro concepto que forma parte de nuestra filosofía del carbono 100%. Nos hicieron falta muchas horas extra para crear la elegante biela de suspensión de la Oiz en una sola pieza de carbono 100%. La aparente sencillez de esta articulación engaña a la vista: nos costó meses perfeccionarla, teniendo en cuenta las extraordinarias fuerzas que debe soportar esta pieza tan crucial. Obviamente, la mayor parte del movimiento de la articulación se produce en el plano del amortiguador, pero desde ambos basculantes llegan pequeñas fuerzas de torsión que provocaban que el mecanismo minimalista fallara demasiado pronto durante las pruebas. Procedimos a modificar la forma y a añadir material, pero no fue suficiente. Al final, justo antes de tirar la toalla y recurrir al plan B, que consistía en colocar un mecanismo de aleación más pesado (80 g), uno de nuestros ingenieros se inspiró en los numerosos puentes colgantes del País Vasco e instaló un radio acortado a través de la articulación: ¡eureka! El mecanismo superó con creces nuestros parámetros de prueba y así nació Tensegrity. Hecha en acero, la barra de tracción minimalista en la unión entre la articulación y las horquillas traseras equilibra las fuerzas laterales y proporciona una rigidez óptima con un peso mínimo.

La suspensión perfecta de nuestra obra de arte para el cross-country

La suspensión cross-country es distinta a la de una bicicleta de trail. Los ciclistas quieren una suspensión que pase desapercibida hasta que se necesita, sin desperdiciar ninguna energía cuando la pista pica hacia arriba. Ahora bien, resulta difícil encontrar el equilibrio entre eficiencia y control. Los corredores suelen inflar el amortiguador trasero hasta que el prehundimiento sea mínimo para conseguir un gran apoyo cuando imprimen potencia, pero siguen necesitando un diseño que absorba los impactos de un terreno accidentado y que les permita el máximo recorrido cuando les haga falta. La suspensión Advanced Dynamics de la Oiz ofrece el máximo rendimiento en ambos aspectos.

Advanced Dynamics es un proceso, no un diseño inmutable. No nos aferramos a una única configuración para cualquier uso, ya sea cross-country o gravity, sino que dejamos que nuestro proceso de Advanced Dynamics determine la forma de las articulaciones y los pivotes, su posición y su relación con el amortiguador para obtener un rendimiento definitivo.

Advanced Dynamics es el concepto central de cualquier suspensión de las bicicletas Orbea. Se trata de un proceso de modelado por ordenador que desarrollamos en colaboración con el CEIT (Centro de Estudios e Investigaciones Tecnológicas) y que nos permite probar y ajustar de forma virtual nuestras plataformas de suspensión. Gracias a una amplia base de datos de ajustes de amortiguadores y de comportamiento de componentes, podemos analizar un diseño simulando las fuerzas ejercidas por el corredor sobre los pedales, el sillín y el manillar. Podemos configurar las pruebas para evaluar distintas variables —altura del ciclista, peso, estilo— sobre pistas diferentes. Hasta podemos simular distintas presiones de los neumáticos antes de encender un solo soplete.

Cuando las ruedas se enfrentan por fin a terreno real, podemos centrarnos en ajustar aquí y allá las características del amortiguador y las curvas del muelle con la ayuda de nuestros colaboradores especializados en suspensiones. La ventaja de empezar al 90% es que nos acercamos a la perfección, y es precisamente este tira y afloja obsesivo el que convierte una buena bici en una bicicleta excelente. Existe la idea general de que otras empresas también diseñan así sus bicicletas, pero nada más lejos de la realidad. La base de datos para las pruebas de Advanced Dynamics de Orbea, producto de un grado poco frecuente de cooperación con nuestros colaboradores en materia de suspensiones, es única en el sector.

La curva de la relación de palanca de la Oiz es perfecta para una conducción cross-country eficiente. El prehundimiento se puede reducir hasta el 15% para conseguir una sensación de pedaleo firme, mientras que el diseño progresivo/regresivo de palanca seguirá produciendo hasta 95 mm de recorrido en caso necesario. La relación de palanca aumenta durante las primeras tres cuartas partes de la carrera del amortiguador, y luego empieza a caer para superar la naturaleza progresiva del amortiguador de aire y conseguir un recorrido completo frente a grandes impactos. El ajuste a medida del amortiguador reduce al mínimo las fuerzas de tope y mantiene alta la suspensión, por lo que se preservan la geometría y la eficiencia.

La ubicación del pivote central de la nueva Oiz permite un funcionamiento eficiente ya sea con uno o dos platos, y en colaboración con Fox desarrollamos amortiguadores a medida que estuviesen a la altura de las características del diseño de la suspensión. La ubicación del pivote se ajustó aún más en función del descenso del eje del pedalier con el fin de ofrecer las mismas características 100% anticompresión cuando se utilizan casetes de piñones más grandes con ruedas más grandes para mantener el mismo desarrollo.


Características adaptadas a la Copa del Mundo

La geometría de carrera de la Oiz parte de un historial de años diseñando bicicletas cross-country de prestigio mundial. La posición es dinámica, cómoda y rápida. Al contrario de lo que ocurre con la geometría de trail, que sacrifica en cierta medida la precisión en favor de la resistencia, la geometría cross-country busca la máxima transferencia de potencia. Los ángulos y las dimensiones se examinan con detenimiento en un amplio abanico de tamaños, multiplicando al máximo la potencia mediante el incremento de la eficiencia.

Vainas más cortas, alturas de pilotaje más bajas y alcances más largos son las características principales de las bicicletas diseñadas para satisfacer las duras exigencias de las carreras cross-country. Los ángulos de dirección se ajustan en función del tamaño de la rueda (27,5 ó 29), pero cada vez son más moderados a medida que los saltos, las rocas y las rampas se hacen más frecuentes en los recorridos de las carreras.

BOOST

La ampliación del buje del eje trasero hasta Boost 148 mm, por encima de los tradicionales 142 mm, desplaza 3 mm hacia fuera la línea de la cadena, por lo que se incrementa el espacio disponible en el eje del pedalier. A lo mejor no parece mucho, pero supone ampliar el espacio disponible para las ruedas y que haya más sitio para platos más grandes y un desviador delantero. La nueva Oiz puede llevar ruedas de 2,4 con holgura suficiente, toda una bendición en terrenos enfangados que aporta un extra de flexibilidad. Las transmisiones monoplato están ganando popularidad, pero las configuraciones 2x siguen siendo las reinas en recorridos escarpados, además de que, con más espacio, se reduce el riesgo de que la cadena se enganche entre la vaina y los platos y se pueden incorporar más platos de distintos tamaños. Además, el cambio a Boost confiere a los ejes pasantes delantero y trasero las que, sin lugar a dudas, son las mejores características de conducción y frenado. Todos estos factores propician una mayor durabilidad, una maniobrabilidad más sencilla y una mejor conducción en terrenos difíciles.

La Oiz está diseñada para la velocidad pura. En el caso de los ciclistas que cuentan hasta el último gramo, significa contar con una tija del sillín superligera y hecha de carbono. Ahora bien, la Oiz no sirve únicamente para bajadas delicadas, ni mucho menos. Está preparada para echar muchas horas lanzada en los descensos. El tendido de los cables por el interior es un detalle sencillo que sabrán apreciar aquellos pilotos que no le hacen ascos a una bicicleta de descenso más pesada que les permita dejar atrás a los rivales cuando la gravedad imponga su ley. En los últimos meses de 2016 hemos visto a los pilotos mejor clasificados de la Copa del Mundo aceptar los 250 g de penalización que conlleva una bicicleta de descenso para poder aprovechar plenamente la capacidad de maximizar la velocidad en todo el recorrido, no solo en las subidas.


¿Cuáles son las conclusiones principales?

La Oiz se ha diseñado para ciclistas rápidos y avezados que deseen una bicicleta superligera, eficiente y con una suspensión fiable. La Oiz ha ganado en varias ocasiones el Campeonato del Mundo de Cross-Country y es la bicicleta de competición con doble suspensión que utiliza el equipo Luna Chix. En lo que fue una decisión consciente, evitamos convertir la Oiz en una bicicleta cross-country universal de 100 mm con una suspensión suave y características de máxima versatilidad. Y lo decidimos así porque con esas bicicletas no se ganan las carreras al máximo nivel. Hemos dedicado años a entrevistar a ciclistas, a diseñar y probar modelos virtuales de Advanced Dynamics y a registrar miles de kilómetros en todos los tipos de terreno imaginables. Nos hemos esforzado por introducir ajustes sutiles en las molduras de carbono y en los programas de laminado para hacer realidad el sueño de todo corredor puro de cross-country, que no es otro que la bicicleta con doble suspensión más ligera, más rígida y más eficiente del mercado.