30 septiembre, 2016

#Ride: las primeras pedaladas

La pasión nace en pocos pero muy significativos momentos. El vídeo #Ride, protagonizado por las chicas del equipo profesional Bizkaia Durango, es la primera parte de nuestra trilogía #RideFightWin que este año hemos querido enfocar en el ciclismo femenino. #Ride habla de las primeras pedaladas, de cómo y por qué nace la pasión por montar en bicicleta.

Cuando con 7 años Lourdes Oyabide (Egino, Álava, 1994) daba sus primeras pedaladas en la Escuela de Ciclismo de Aratz-Araia desconocía que con el paso del tiempo terminaría rodando junto a su Orbea Orca por pruebas internacionales y formando parte de mundiales y europeos. “Me lo pasaba muy bien, y me servía también como excusa para estar más tiempo fuera de casa entre semana. Era como una pequeña aventura”, recuerda.

Lourdes llegó a pedalear en su escuela de ciclismo junto a 50-60 niños. “Ahora hay unos 20 por categoría. Los padres tienen miedo de sacar a los pequeños al monte o a la carretera. Prefieren tenerlos en algún polideportivo, bajo control, y eso afecta a la cantera de este deporte”.

Mavi García (Palma de Mallorca, 1984) es una “recién llegada” al ciclismo tras pasar por el patinaje, el atletismo y el duatlón, especialidad en la que aún compite (de hecho fue tercera en categoría femenina y primera en relevo mixto en el pasado Mundial). ¡Y aun así, acaba de proclamarse Campeona de España! “Mi hermano estaba muy metido en el mundo de la bicicleta. Un día hice un duatlón sin haber tocado apenas la bici y lo gané. Me vi con potencial. Un amigo mío habló con la Federación, que me puso en contacto con la gente del Bizkaia-Durango. Hice una prueba y fiché por el equipo”, rememora.

Lourdes y Mavi compiten en el Bizkaia-Durango, uno de los equipos femeninos de carretera que, junto al Visit Dallas DNA Pro Cycling y el Michela Fanini, forman parte de la apuesta que un año más realizamos por el ciclismo femenino en todas las categorías con el máximo nivel de ambición. Una temporada donde también tenemos muchas ilusiones puestas en las incorporaciones en el equipo de Enduro o en el Primaflor-Orbea sin olvidarnos del Luna Pro Team y nuestr@s triatletas.

Tanto la corredora alavesa como la balear son dos caras de un deporte que lucha por mantener viva su llama y que reivindica una mayor profesionalización, especialmente en España.

“Se intenta hacer un buen trabajo, pero queda mucho por mejorar: se cierran calendarios muy tarde, se modifican itinerarios en el último momento… todo ello descuadra cualquier planificación”, confiesa la ciclista de Egino.

Mavi añade al respecto dos experiencias personales: “tenía carrera un sábado y el domingo, y el mismo día que volaba desde Baleares para competir en la del sábado cancelaron la del domingo. Si sólo hubiera ido a esa hubiera cogido el avión en balde. En otra anularon durante la prueba un sprint especial porque los árbitros no habían llegado a tiempo”.

Entregadas al ciclismo

Lejos de venirse abajo, las dos componentes del Bizkaia-Durango pelean aún más fuerte para seguir creciendo en este deporte y para que el ciclismo femenino alcance mayor notoriedad. De hecho, este primer año de pedaleo ha sido tan gratificante para Mavi que ha solicitado su primera excedencia laboral en más de una década para continuar probándose.

“En los últimos años he tenido horario partido en mi trabajo. Entrenaba al mediodía con la bici y salía a correr después de trabajar. También utilizaba las vacaciones para competir. Comía de pie, no descansaba… así no puedes estar a la altura de quien entrena de manera profesional. Por eso he cogido esta excedencia. Llevo un mes así y estoy súper bien”, confiesa.

“En mi caso –comenta Lourdestengo que entregar el trabajo de fin de grado en breve, y lo compagino con las prácticas en una empresa. Trabajo 8 horas, después entreno… es un poco duro. ¡Tengo hasta ganas de leer un libro, y eso que nunca me ha gustado!”.

El reto del profesionalismo

“En España la cosa está fatal. Fuera te coge un equipo y te profesionaliza. Aquí se le da poca importancia al ciclismo femenino”, sentencia Mavi.

Lourdes es de la misma opinión. “Mira a Sheyla Gutiérrez y Ane Santisteban. La primera ha fichado por el Cylance-Inspire y Ane por el Alé Cipollini y se nota cómo han evolucionado. El resto estamos estudiando, trabajando, o haciendo las dos cosas, y así es difícil progresar”.

“Ahora mismo estamos en un equipo pequeño -prosigue la ciclista de Egino- con la suerte de poder salir a correr fuera y de disponer de prácticamente el mismo calendario que otras escuadras, lo que te posibilita adquirir experiencia. No gozamos de las mismas facilidades que el resto, pero estamos muy contentas del comportamiento y trabajo del equipo”.

Caminando hacia la igualdad

La aparición este año del UCI Women´s World Tour, un calendario de 17 pruebas que comenzó el pasado mes de marzo y finalizará en septiembre, es vista por Lourdes con cierta esperanza. “Parece un camino en pos de conseguir una mayor igualdad y de unificar las cosas independientemente del sexo. Se están empezando a retransmitir por televisión algunas carreras y que las chicas compitan justo antes o después que los hombres anima mucho al público”, apunta la deportista alavesa.

Mavi va en la misma línea. “A poco que introduzca en el ciclismo femenino algo más de profesionalidad nos beneficiará a todas. Que se junten algunas pruebas con las de ciclismo masculino es muy bueno para nosotras. Lo que ocurre es que en España a veces salimos 10 minutos después de los chicos en algunas carreras y nadie se entera. Es, quizás, también un problema de mediatizar este deporte”, finaliza.

La trilogía #RideFightWin continúa en octubre con la doble campeona Ironman y triatleta de Orbea Åsa Lundström en los días previos a su tercera participación en una de las competiciones más duras del mundo: el Ironman de Hawaii.