Simón elige la bici. Es una de tantas personas que, en Orbea, apuesta por la bicicleta como elemento de movilidad. Como herramienta para sus trayectos al trabajo y para su día a día. Como una opción de vida.


Un ejemplo más de ese culto a la bici que nos caracteriza; una decisión que va mucho más allá de suponer la bicicleta como un simple objeto para moverte del punto A al punto B.
Palabras – Hechos
Simón Bericua, actualmente residente en San Sebastián, se traslada a diario a nuestras oficinas de Mallabia en bicicleta. Un trayecto de alrededor de 62 kilómetros que recorre primero en bici, luego en autobús y, posteriormente, de nuevo en bicicleta. Bici-Bus-Bici.


De esta forma, se baja del autobús en una de las localidades cercanas a Orbea (normalmente Elgoibar, Eibar o Ermua), para hacer el trayecto hasta la fábrica en bici. Una decisión diaria, propia y argumentada.
Y no solo lo confirma Simón. En el libro «Einstein y el arte de montar en bicicleta», Ben Irvine ya nos desvela el catalizador que es la bici a la hora de alcanzar un equilibrio mental y una atención plena.
«En el viaje de cada día la bici me otorga ese momento propio tan necesario y que en el mundo de hoy día cada vez es más difícil de reservar»
Simón Bericua – Orbea Urban Content Manager



Responsabilidad y compromiso
Una decisión que le permite libertad horaria y encima le ayuda a desconectar e incluso a ahorrar. Vivir en bici para Simón es una elección por beneficio personal, obvio, pero tiene un gran componente de compromiso colectivo.
Simón también elige la bici por responsabilidad con el planeta y su (nuestro) futuro. Una decisión fundamentada en una manera de ver el mundo desde un prisma de dos ruedas y con el que cada día más personas se identifican.


En este sentido, en Orbea vemos el mundo desde la mirada de nuestras personas trabajadoras. Al igual que Simón, apostamos por la bici a todos los niveles y ofrecemos todo tipo de facilidades para elegir esta opción de vida. Desde vestuarios para empleados pasando por guardabicis eléctricos.

