Cuando compites en la élite, la gloria está reservada solo para los mejores. Actualmente, la exigencia en las Enduro World Series es mayúscula; cada pedalada, cada trazada, cada una de las pequeñas decisiones que toma el rider, determina si toca el cielo o muerde el polvo. Esta eterna búsqueda por ser el número uno persigue a Flo, Edgar, Vid, Martin… pero también al resto de riders. “There can only be one first” narra esa lucha constante contra ti mismo por llegar a lo más alto.
Deberes hechos, pero queremos más
Crans Montana, Loudenvielle y Finale Ligure bajaron el telón de las EWS 2022. Una actuación, la del Orbea Fox Enduro Team, que fue más que satisfactoria en el aspecto grupal gracias a la general que conseguimos por equipos en categoría de eléctricas. Una temporada que tuvo una fiesta final digna para el recuerdo, y en la que el equipo cerró capítulo de la mejor manera posible en lo individual y en lo colectivo.


Pero, a pesar del éxito, siempre queremos más. El Enduro profesional supone una exigencia física y mental que solo los riders y los miembros del equipo experimentan.


Nunca es suficiente, el límite siempre está un poco más allá. Pero, esta incesante búsqueda del triunfo convive perfectamente con el respeto por tus rivales. Rivales en la pista, compañeros fuera de ella. Y es que el Enduro pivota sobre la admiración y camaradería de sus riders. Competitividad, exigencia y compañerismo.
Y lo consiguió. Pero el triunfo, el éxito conjunto, se entiende desde la fuerza del equipo, desde la unión del grupo.